MónTerrassa
En recuerdo de Antoni Planes: «Vivir más te ha permitido de querer más»

Parecido leído en la ceremonia de despedida de Antoni Planes Bosch a la capilla del Cementerio Municipal de Terrassa el pasado día 28 de abril por parte de Marta Planes y Batalla, hija del finado Antoni Planas Bosch, y facilitada a MónTerrassa por su publicación íntegro:

Antoni Planes Bosch, que hoy despedimos, ha disfrutado de una vida larga y llena. Noventa años hacen un grosor considerable de vivencias, conocimientos, aprendizajes… El padre ha tenido su tiempo y lo ha aprovechado.

Nació en el Pallars, un país al cual se ha sentido siempre muy ligado. Era el pequeño de seis hermanos, todos chicos, los hijos de Casa Farreró de Montardit. Su tiempo de infancia transcurrió en la dureza de la inmediata posguerra.

Estudió unos años en el Seminario de la Seu d’Urgell. Después, en la adolescencia, vino a vivir en Terrassa y se formó como ingeniero químico, mientras compaginaba los estudios con el trabajo, siempre en el sector de la industria textil. En Terrassa conoció el movimiento escucha y se enamoró de sus valores: fe en Dios, servicio a los otros, estimación por el país, amistad, respecto a la natura… Siempre hizo honor a estos ideales.

En Terrassa conoció también Mª Pilar, mi madre. Juntos han vivido como matrimonio fiel durante más de sesenta años y han subido cinco hijos. Todo un ejemplo de amor perseverante, en la salud y en la enfermedad, en la joya y en la desdicha.

En los últimos años, Antoni ha sufrido enfermedades graves, que le han ido quitando la movilidad. Tuvo que dejar el huerto, los veranos en Arinsal, y otras muchas actividades que le gustaban. Pero se ha dejado cuidar, y lo hemos cuidado. La cura constante de la madre los ha permitido a ambos vivir de forma autónoma a casa suya.

Querría acabar con un recuerdo personal de estos últimos tiempos. Hace pocos meses, el padre tenía una tarde de aquellas que te das cuenta más de las propias limitaciones y me dijo que, por el que hacía aquí, él ya podía marchar. ¿Qué hago, yo, aquí? Como que era una pregunta seria, nos pusimos juntos a buscar respuestas, y encontramos unas cuántas de buenas: haces compañía a la madre, sostienes la economía familiar, eres un punto de referencia principal para todos nosotros… No, una vida con limitaciones no es necesariamente una vida vacía, ni falta de sentido.

Ayer por la tarde, al tanatorio, todavía te habría podido dar otra respuesta. Los años te han permitido de trenzar una relación larga y personal con cada uno de tus nietos, que han podido disfrutar del abuelo Antoni durando más de veinte años. Una cosa muy poco común para la gente de mi generación, que apenas hemos podido conocer los abuelos. Vivir más te ha permitido de querer más. Nosotros, que todavía estamos, aprovechémoslo!

Marta Planes y Batalla

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