La Fiesta Mayor cuenta desde hace más de veinte años con unos protocolos que regulan los actos más populares de la celebración. La última vez que se produjeron modificaciones en estos protocolos fue en el año 2009 y, desde hace un par de años, el Ayuntamiento de Terrassa, acompañado de las entidades de cultura popular de la ciudad, trabaja para actualizarlos. Así pues, y tal como anunció el alcalde Jordi Ballart durante la presentación del programa de Fiesta Mayor 2025, este año se ha decidido hacer una prueba piloto de algunas de estas modificaciones.
Este jueves, 26 de mayo, se ha realizado una reunión entre el Ayuntamiento de Terrassa y algunos representantes de las entidades culturales que forman parte de la Comisión de Revisión de los Protocolos de la Fiesta Mayor. Previamente a la reunión, sin embargo, el teniente de alcalde de Proyección de la Ciudad, Joan Salvador, ha atendido a los medios de comunicación y ha explicado que desde 2023 «estamos trabajando para repasar un poco los protocolos actuales, para ponerlos al día, incluso, en cuestiones de lenguaje».
Salvador recalca que el objetivo es que estos nuevos protocolos se voten en pleno y se puedan tener listos para la Fiesta Mayor 2026. Aun así, la Comisión ha decidido hacer una «prueba piloto» con todas aquellas modificaciones que ya han sido aceptadas. Entre los principales cambios que se probarán este año destaca adelantar toda la programación del domingo media hora. «Queremos intentar que la jornada castellera comience antes y, por lo tanto, termine antes, debido a las altas temperaturas», afirma el teniente de alcalde.
Un Pasacalle de menor duración y con actuaciones conjuntas de lucimiento
Uno de los otros principales cambios afectará al Pasacalle de Fiesta Mayor. Este año, se ha propuesto que la actuación de lucimiento de la Plaça Vella sea más corta. Así pues, la propuesta de la Comisión de Revisión de los Protocolos de la Fiesta Mayor es hacer estas actuaciones por grupos, con un primer bloque de las collas protocolarias y el resto divididos en bloques de cuatro o cinco collas. «El objetivo es dignificar el Pasacalle y evitar que el baile de la Plaça Vella dure tanto», explica Joan Salvador.
Esta decisión, sin embargo, no fue bien recibida por todas las entidades culturales de Terrassa, ya que algunas consideran que están perdiendo la oportunidad de lucirse. En este sentido, Joan Salvador manifiesta que «hubo un malentendido por parte de algunas collas de fuego, ya que consideraban que perdían su minuto de gloria», pero afirma que «ya se ha hablado con ellos para que esto no ocurra y que cada una tenga su momento de lucimiento». Aun así, el teniente de alcalde recalca que «es una prueba» y asegura que «si vemos que no pueden lucir todo lo que querían, se tendrá en cuenta para el próximo año».

