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Terrassa estudia dar más visibilidad al Gran Casino

Terrassa estudia dar más visibilidad al edificio del Gran Casino. Ubicado en la calle de la Font Vella, actualmente está ocupado por la cadena de librerías y papelería Abacus Cooperativa. El interés para potenciar este edificio modernista y centenario ha surgido en el encuentro que ha tenido lugar esta semana pasada entre el alcalde Jordi Ballart y el director general de Abacus, Oriol Soler.

También estaban la teniente de alcalde y regidora de Empresa, Maise Balcells; el teniente de alcalde y regidor de Comercio, Xavi Cardona; y Anna Martínez, directora de la tienda que esta cooperativa tiene en nuestra ciudad. No ha transcendido de qué manera se podría hacer, ni que implicaría por parte del actual inquilino, pero sí la necesidad de dar un paso adelante y la voluntad por ambas partes de conseguirlo.

Además de poner sobre la mesa algunas acciones o proyectos que pueden ayudar a poner de relieve el Gran Casino, desde la Cooperativa y gobierno municipal también han debut sobre varias iniciativas para potenciar el comercio local.

Encuentro entre representantes del Abacus y el alcalde Jordi Ballart | Ayto. Terrassa

Un poco de historia del edificio del Gran Casino

Ahora hace 13 años que la empresa catalana se instaló en el municipio. Escogió uno de los edificios más emblemáticos, como es el Gran Casino, que se encontraba en aquellos momentos en desuso. Protegido como bien cultural de interés local, se puede ver en todo su esplendor durante la Fira Modernista, momento en que se abre a toda la ciudadanía el majestuoso patio, del cual se desconoce el autor.

El edificio se construyó entre 1920 y 1921. Fue cuando el industrial Benet Badrinas compró diferentes casas de la calle de la Font Vella en nombre de la sociedad Fomento de Tarrasa. La idea era construir un Gran Casino, es decir, un espacio de encuentro y de ocio para la burguesía terrasense. Es una de las obras más eclécticas del arquitecto Muncunill -más conocido por la Masía Freixa-, puesto que se aleja completamente de su lenguaje arquitectónico anterior.

El edificio consta de sótano, planta baja, dos pisos y jardín a la parte posterior con una pista de baile al aire libre. Del interior destaca el vestíbulo sostenido por columnas e iluminado por una linterna y el salón de baile del primer piso. También las pinturas de Josep Obiols del Salón de Baile, los mosaicos del patio diseñados por Eduard Blanxart y elaborados por Santiago Padrós, y la decoración de los salones y el restaurante por parte de Antoni Badrinas.

En cuanto al jardi, se sabe que al 1920 fue derruido el almacén de Josep Prat en la calle Sant Jaume para ampliarlo. De la primera composición del jardín sabemos que no hubo grandes plantaciones, sino una pequeña decoración central pareciendo a un cordón de bojes recortados; un diseño muy clásico y sencillo. Es durante la reforma iniciada a principios de los años 40, cuando el interiorista, músico y también diseñador de jardines egarense Eduard Blanxart y Pàmies, inscrito en la estética noucentista, realizó el rico mosaico central que embellece el patio; espacio que estaba destinado en sala de baile al aire libre.

El patio del Gran Casino es siempre uno de los escenarios de la Feria Modernista de Terrassa | Javi González

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