Este domingo día 12 de marzo de 2023, la compañía de Figueres Associació tequatre ofreció la representación de “
La acción transcurre en una barbería regentada por la viuda de su titular, la Victoria, en la cual desfilan diferentes personajes, sin nombre, pero con un perfil ideológico y vivencial diverso: el falangista, la cantante de coplas, el maestro republicano, el chico (hijo de la cantante), el hermano y la chica (venida de Francia para poder llevarse un escritor ciego que vive escondido en Barcelona).

Todo este universo diverso gravita alrededor de la figura del único personaje con nombre de la obra, la Victoria, la cual empujada por la necesidad y con la complicidad del maestro republicano, empieza a traficar con tabaco y café, bajo la amable apariencia de normalidad de la barbería; esta apariencia de normalidad se trunca cuando el falangista descubre el trapicheo y extorsiona la ama; a partir de aquí aparecen confesiones, descubrimientos y miserias, propias de la época y de las diferentes vivencias de los personajes.
El público asistente en la Sala Crespí ha podido retroceder en el tiempo, y situarse, sin moverse de la silla, en la Catalunya de la posguerra más dura, con sus miedos, sus contradicciones, sus miserias y la necesidad vital de salir adelante, y por encima de todo, la guerra silenciosa que hacía imprescindible esconder información y estraperlo para sobrevivir.

Hay que destacar y mucho el ritmo escénico con los continuos cambios que se producen con una notable agilidad, acentuada por una deliciosa y cuidada iluminación; la banda sonora, muy bien elegida, ayuda al espectador a hacer un tránsito en el tiempo que lo hace situar, casi sin darse cuenta, en esta época pretérita y de triste recuerdo.
Hablando del trabajo actoral, hay que destacar el papel interpretado por Quim Pastoret, “el falangista”, un buen trabajo y muy creíble, tanto a nivel de dicción como de presencia escénica, puesto que consigue, a pesar de su posición ideológica (la del personaje obviamente), un pequeño grado en complicidad con el público asistente.
Hay que destacar y mucho el ritmo escénico con los continuos cambios que se producen con una notable agilitado
En cuanto a las actrices y actores restantes, hemos podido presenciar un grupo cohesionado, con interpretaciones conseguidas sin desniveles interpretativos remarcables. Dicho esto, cuánto el ritmo escénico, la iluminación y el trabajo de grupo si destaca, es porque detrás hay un buen trabajo de dirección, trabajo de dirección que, a veces pasa desapercibido, pero que en este montaje hay que destacar.
El ciudad de Terrassa está llegando al final, y la próxima semana, “

