Hace dos años llegó por primera vez a Terrassa el Tió Tavi, un tió de grandes dimensiones (de cerca de 3 metros de longitud) creado por Nou Tocajoc y que se presentó a la ciudadanía con la intención de convertirse en una figura más del imaginario egarense. El primer año se pudo disfrutar en cuatro barrios y el segundo ya fueron seis, destacando el gran éxito de la iniciativa.
El Tió Tavi siempre va acompañado del Tió Ter, un tronco grande que los niños golpean y hacen cagar. Si los niños han cantado bien, el Tavi se tira pedos y avisa de que ya pueden entrar para ver si ha cagado algo. Así pues, los niños entraban por el culo, recogían los regalos (que siempre son peonzas) y salían por una oreja. Según los organizadores, la segunda edición fue un éxito y muchos eran los habitantes de Terrassa, de pequeños a grandes, que esperaban con ilusión el regreso del Tió Tavi esta Navidad. Sin embargo, este tió de grandes dimensiones no vendrá esta Navidad a Terrassa.
Irene Giménez, una de las impulsoras de esta actividad, ha explicado a MónTerrassa que la desaparición de esta figura de la programación de este año no se debe a la falta de voluntad, sino a un problema burocrático. «Desde el Ayuntamiento me comentaron que querían que el Tió Tavi llegara a 9 barrios este año, pero me dijeron que, como suponía una inversión de más de 3.000 euros, me obligaban a hacer una licitación», explica. En este sentido, Giménez destaca que «yo desconocía qué era una licitación, no sabía ni qué órgano lo llevaba ni qué se debía presentar» y que «he luchado hasta el final para poder traer al Tió Tavi, pero la licitación me ha jugado una mala pasada», bromea Giménez. Así pues, y debido a este error burocrático, Terrassa no podrá disfrutar este año de este emblemático personaje.
Giménez: «Aunque el Tió Tavi no estará, los tions llegarán a las casas»
Según el cuento del Tió Tavi, este es el encargado de guardar los tions de los niños de la ciudad y los cuida durante toda la época del año en la montaña de Sant Llorenç. Cuando llega el momento, los tions bajan rodando hasta el llano, donde el señor Robert, que es el encargado del parque, los recoge con su furgoneta y los hace llegar a Terrassa.
Aunque el Tió Tavi no bajará esta Navidad a Terrassa, Irene Giménez envía un mensaje tranquilizador a los niños egarenses. «Este año, aunque el Tió Tavi no estará por las plazas de la ciudad, sus tions llegarán a las casas». Asimismo, pide a los habitantes de Terrassa que «no se sientan abandonados por el Tavi» y que «no borren de sus mentes la magia que crearon con el Tavi». «El Tió Tavi es mucho más que un tió», recalca Giménez.
Además, la impulsora del Tió Tavi también manifiesta que, aunque, en un principio, esta figura no estará en la ciudad por Navidad, ella tampoco se da por vencida. «Intentaré hacer lo posible para que el Tió Tavi venga, aunque sea a deciros feliz Navidad. Aunque tenga que costearlo yo y tengamos que colocarlo en una calle o una plaza, queremos que los niños puedan disfrutar de la magia del Tavi», dice Giménez.
