MónTerrassa
Arte urbano, una herramienta de inserción social para jóvenes migrantes de Terrassa

El arte urbano se ha convertido en una poderosa herramienta de inserción social y laboral para jóvenes migrantes de Terrassa. Esta semana ha tenido lugar la última acción de un proyecto impulsado desde el programa Sostre 360 de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Terrassa, con la colaboración de Barrios Futuros y El Corralito. La última obra artística ha sido en la fachada del local de los Diables de la Maurina, donde se ha podido ver trabajar arduamente a un grupo de jóvenes en riesgo de exclusión para dejarla a punto.

“El diseño lo han elegido los jóvenes del grupo”, explica Mónica, miembro de Diables de la Maurina en un comunicado. Y añade que “hacía mucho tiempo que queríamos hacer algo en la fachada. Y cuando vimos la iniciativa, nos animamos». En el mural destaca, especialmente, la increíble chimenea de la Bòbila Almirall, que se encuentra a escasos metros del local y que se ha convertido en un icono del barrio, además de reconocer varias figuras de diablos.

Esta obra se añade a las cuatro más realizadas estas últimas semanas desde L’Hawma (que significa “el barrio”, en árabe), y que ha sido el nombre escogido para este proyecto de muralismo. Si esta ha sido pintar la fachada de una entidad de cultura popular, las otras han sido muy diferentes, ya que eran tres tiendas ubicadas en el barrio de Ca n’Anglada (una asesoría, una peluquería y un restaurante dedicado al pescado) y la persiana de la Mezquita, en la calle del Doctor Pearson.

L’Hawma es un proyecto de muralismo para atender a jóvenes vulnerables en riesgo de exclusión | Barrios Futuro

Vincular a los jóvenes al barrio y formarlos

En total, el grupo ha estado formado por nueve jóvenes que comparten una misma situación social y laboral. “Son jóvenes en situación de sin hogar y en proceso de salir de la calle”, apunta Ramón Petit, desde Servicios Sociales del Ayuntamiento de Terrassa, que recalca que ha querido ser una continuación del programa ‘¿Y tú qué pintas?’ y la huerta comunitaria de Ca n’Anglada. “Aunque ahora queríamos que la gente que aparentemente ‘molesta’ en la calle, ahora estuviera visibilizada haciendo trabajos en la vía pública», subraya.

Entre los jóvenes migrantes que este lunes pintaban en la fachada de la calle Núria estaba Daouda, de 23 años de edad y que reside en Terrassa. “No tenía ninguna experiencia en pintura, ni profesional ni artística. ¡Así que estoy aprendiendo mucho!», exclamaba. Un hándicap que ha sido fácilmente resuelto con la ayuda de los dos monitores, Albert García Baltanás y Gerard Pla, miembros del proyecto de formación artística A cau de mur. “Todos me han gustado mucho, no puedo elegir solo uno como mi favorito”, reconocía. A su lado, Yassine, el veterano del grupo por su experiencia en las artes plásticas y que hace seis años que vive en nuestra ciudad, verbalizaba que su favorito era el que habían hecho en la peluquería, «donde dibujamos el rostro de una chica superguapa».

Justamente, Albert García expone que uno de los potenciales de este proyecto es “vincular a estos chicos con el barrio, poniéndolos en contexto y creando red con gente que no conocían”. Y por supuesto, la formación laboral. “Con las nociones que les hemos dado, ahora ya podrían hacer algunos pequeños trabajos de este sector”, sentencia.

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa