España llegaba a la final de la Copa del Mundo sub21 después de realizar una competición excelente. El combinado de Oriol Torras se había plantado en la gran final tras eliminar a Argentina en semifinales por 2 a 1, en un partido trepidante. Este miércoles, tocaba enfrentar el último escollo contra la todopoderosa Alemania, que defendía la corona de campeones del mundo, en un Mayor Radhakrishnan Hockey Stadium de Chennai lleno a rebosar.
El equipo estatal, con seis jugadores de Terrassa, sin embargo, se ha quedado con la miel en los labios y ha tenido que conformarse con una meritoria medalla de plata y subcampeonato. Después de que el tiempo reglamentario el marcador reflejase un empate a 1, la suerte se ha decidido en los penales, donde los alemanes han sido más eficaces -con un excelente portero alemán bajo palos- y se han llevado el trofeo por 2 a 3.
Máxima tensión que se resuelve en los shoot-outs
España sabía de entrada que no lo tendría fácil contra una selección que más veces se ha llevado este campeonato. Pero el oro conseguido en el Europeo del año pasado disputado en Terrassa daba una energía y confianza extra a los RedSticks. El primer cuarto fue de dominio español, que desde el primer minuto dejó claro que no le importaba tomar la iniciativa. Tres ataques consecutivos y al minuto 7 ya tenían el primer penal córner a favor. Sin embargo, la puntería no estaba, y a pesar de la cantidad de ocasiones generadas ninguna encontró la red.
Ya en el segundo parcial, tuvo que aparecer el de Terrassa Jan Capellades, salvador bajo palos. Alemania recuperó el pulso y las fuerzas se igualaron, y fue así como en el minuto 26, un rápido contraataque fue a parar al stick de Warweg que supo encontrar espacio entre defensores y, esta vez sí, logró engañar al portero y anotar el primer gol del partido. Con este resultado se llegó al descanso.
Los de Uri Torras salieron enchufados y justo al iniciar la reanudación, Nico Mustarós encontró portería. Siendo el más listo de la clase aprovechó un rechace del portero para establecer el empate a 1. A partir de ahí el ritmo se aceleró y ambos equipos dispusieron de oportunidades. La más clara fue para Albert Serrahima, que aprovechó una buena jugada de Corominas para inventarse un tiro que necesitó una mano milagrosa del portero Ditzel para evitar lo que parecía un gol cantado. Se entraba así en los últimos 15 minutos con todo por decidir. Capellades tuvo que volver a lucirse en un penal Córner de Gersum para mantener a los españoles con opciones al título. Después de un último minuto de infarto se llegaron los penales. Diego Palomero sustituía bajo palos a Capellades en la tanda decisiva. Pero los alemanes fueron más precisos y con un 2 a 3 se alzaron con el título de campeones del mundo.
