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Terrassa demanda el fin de las listas de espera para la reconstrucción mamaria

El Pleno Municipal del Ayuntamiento de Terrassa del 28 de noviembre contó con la intervención de Esther Lizandra Artigas, una terrassense que durante cinco años estuvo pendiente de una reconstrucción de mama. Lizandra llevó al Pleno una propuesta para reivindicar la ampliación del cribado de cáncer de mama y para pedir el fin de las esperas para la reconstrucción mamaria, la cual fue aprobada por unanimidad.

Durante su intervención, Esther Lizandra recalcó que, cada año, miles de mujeres son diagnosticadas de cáncer de mama, pero criticó que «demasiado a menudo el sistema sanitario, que debería cuidarnos, nos deja a medio camino». Asimismo, subrayó que esta espera de cinco años para una reconstrucción de mama «puede significar entre sobrevivir a un cáncer o morir» y opinó que «es incomprensible e injusto que el Departamento de Salud aún no haya fijado una fecha para ampliar este cribado».

Ante esta situación, Lizandra pidió al Consistorio que inste al Departamento de Salud de la Generalitat a ampliar «con carácter urgente» la programación de detección precoz del cáncer de mama para incluir a las mujeres de 45 a 74 años. Además, también pidió que se garantice la reconstrucción mamaria como un «derecho real y efectivo», mediante la eliminación de listas de espera «inaceptables» en cirugías reconstructivas.

Intervención de Esther Lizandra Artigas en el Pleno Municipal del Ayuntamiento de Terrassa del 28 de noviembre | Vicenç Batalla

Intervención íntegra de Esther Lizandra en el Pleno Municipal

El motivo por el que estoy aquí es porque no quiero que ninguna mujer se encuentre como me encontré yo durante cinco años, pendiente de una reconstrucción de mama. Las mujeres de Terrassa y de todo el país queremos alzar la voz ante un relato que nos hiere profundamente.

Cada año, miles de mujeres son diagnosticadas de cáncer de mama. Detrás de cada diagnóstico hay vidas, familias, miedos, esperanza y lucha. Pero demasiado a menudo el sistema sanitario, que debería cuidarnos, nos deja a medio camino.

En Cataluña, el programa de detección precoz solo incluye a mujeres de 50 a 69 años. Algunas comunidades autónomas como Galicia ya han ampliado el cribado a mujeres de 45 a 74. ¿A qué está esperando Cataluña para seguir la recomendación de la Unión Europea que insta a todos los países miembros a aplicar esta ampliación?

Desgraciadamente, esta diferencia de cinco años puede significar entre sobrevivir a un cáncer o morir. Es incomprensible e injusto que el Departamento de Salud aún no haya fijado una fecha para ampliar este cribado. Todos sabemos que la detección precoz salva vidas y ahorra tratamientos.

En fin, yo tuve cáncer de mama a los 41 y mi madre a los 80. El cribado que tenemos, perdonadme la expresión, es una mierda. Pero mi indignación y la de muchas otras compañeras no acaba aquí. Las mujeres hemos pasado por una mastectomía. Ya sabemos lo que significa esperar años para una reconstrucción mamaria que nunca llega. Se han publicado testimonios conmovedores sobre mujeres obligadas a mostrar su pecho mutilado en público para conseguir una operación. Yo misma fui una de ellas, cinco años esperando una mastectomía, esperando una reconstrucción después de perder el pecho en el cáncer de mama.

En febrero de 2023 se modificó el decreto 354/2002 para que las reconstrucciones tras un cáncer de mama se realicen en un plazo máximo de seis meses. La nueva normativa PRO excluyó a las mujeres predecreto y a aquellas cuya primera reconstrucción salió mal, que la reconstrucción primaria no tuvo éxito. ¿Qué pasa con estas mujeres? ¿Qué hacemos con ellas? Es que todo lo hacemos tarde y mal. Ya estamos hablando de salud. Esta situación es una vulneración del derecho a la sanidad, de la dignidad y de la igualdad. El caso de una mujer no puede ser un trámite burocrático, no hay excusas económicas, ni de falta de personal, ni de falta de recursos, ni nada.

Gracias a una ciudad viva, solidaria y comprometida con la salud y la igualdad. Las mujeres de esta ciudad, como las de toda Cataluña, exigimos que nuestro Ayuntamiento haga sentir nuestra voz con fuerza, que reclame al Gobierno de la Generalitat que ponga fin a esta injusticia y que garantice la atención sanitaria pública humana e igualitaria para todas. Por eso pido lo siguiente:

  1. Instar al Departamento de Salud de la Generalitat a ampliar con carácter urgente la programación de detección precoz del cáncer de mama para incluir a las mujeres de 45 a 74 años, siguiendo las recomendaciones europeas y los estándares internacionales de salud pública. Asegurar los recursos humanos, técnicos y económicos necesarios para garantizar la realización de estas pruebas en todos los centros sanitarios y públicos del país.
  2. Garantizar la reconstrucción mamaria como un derecho real y efectivo mediante la eliminación de listas de espera inaceptables en cirugías reconstructivas, la equidad territorial en el acceso a tratamientos sin discriminaciones según el lugar de residencia, la atención psicológica, emocional y social a todas las mujeres que pasan por este proceso.
  3. Reclamar transparencia y responsabilidad política exigiendo al Departamento de Salud presentar un calendario concreto y público de cuándo aplicar estas mejoras.
  4. Expresar el compromiso del Ayuntamiento de Terrassa con las mujeres afectadas, las entidades y las asociaciones de pacientes que luchan por su dignidad y su salud y apoyar las iniciativas que promuevan una sanidad pública más justa, humana y sin sesgo de género.
  5. Trasladar esta resolución al Departamento de Salud de la Generalitat, al Parlamento de Cataluña, al Ministerio de Sanidad y a los Ayuntamientos del Vallès Occidental para que se sume una voz colectiva y firme de defensa de la vida y la dignidad de estas mujeres.

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