El Colegio María Auxiliadora – Salesianas Terrassa ha sido distinguido con el premio estatal “Promoción de hábitos saludables y prevención de la obesidad” en el marco de los Premios Aprendizaje-Servicio 2025, gracias al proyecto “La moguda de sisè”.
Estos galardones están organizados por la Red Española de Aprendizaje-Servicio y la ONG Educo, con la colaboración del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes y cuentan con el apoyo de un amplio conjunto de entidades e instituciones, entre las que destacan DKV Seguros, Fundación “la Caixa”, Plena Inclusión, CENEAM (Ministerio para la Transición Ecológica), OEI, Fundación Princesa de Girona, Fundación Ana Bella, Fundación Mullor, Asociación Esplai La Florida, ACES-Andalucía, Absotec, Fundación Edelvives, Fundación Yehudi Menuhin y el Ayuntamiento de Ciudad Real.
El acto de entrega tendrá lugar el 12 de diciembre de 2025 en Ciudad Real, en el marco del XVIII Encuentro Estatal de Aprendizaje-Servicio, que también se podrá seguir en streaming.
El jurado aplaude «La moguda de sisè»
El proyecto “La moguda de sisè” ha sido reconocido por el jurado experto, formado por más de cien profesionales del ámbito educativo, social y universitario de todo el Estado, que han valorado su calidad educativa, la implicación activa del alumnado y el claro impacto social y comunitario. El premio, patrocinado por DKV Seguros, incluye una dotación de 1.500 €, un diploma acreditativo y un roll-up divulgativo que el centro podrá exhibir como muestra del reconocimiento recibido.
Para el Colegio María Auxiliadora de Terrassa este galardón es un reconocimiento a la «promoción de metodologías de aprendizaje realizado con compromiso social», y es especial porque el objetivo del proyecto une «el conocimiento académico con la transformación comunitaria».
La entidad impulsora de los galardones afirma que el objetivo es “reconocer la labor de los centros educativos y entidades sociales que integran dentro del aprendizaje de los alumnos acciones solidarias destinadas a mejorar la calidad de vida de la comunidad”. Pero también, al mismo tiempo, “reconocer la capacidad de los niños y jóvenes de provocar cambios positivos en el entorno, convirtiéndose en ciudadanos activos”. Los organizadores creen que de esta manera se ayuda a “fortalecer y difundir en la sociedad una cultura participativa, solidaria y de compromiso cívico, poniendo el acento en la justicia social y los derechos humanos”.

