Terrassa acoge a varias familias desalojadas de la Caserna de la Guardia Civil de Sabadell. Los Mossos d’Esquadra desalojaron este martes, día 4 de noviembre, a todas las personas que se encontraban en el interior de esta instalación cumpliendo con una orden judicial que les instaba a marcharse de allí de forma voluntaria en un plazo de 48 horas. En total, dieciséis ciudadanos fueron identificados.
Según explica el medio iSabadell, hacía semanas que casi cuarenta personas, la mayoría en situación de sinhogarismo, habían ocupado este equipamiento, abandonado desde hacía más de 20 años. El Ayuntamiento instó a desalojarlos porque dos informes técnicos alertaban de riesgos en la seguridad del inmueble, propiedad del Estado. Algunos se fueron. La mayoría se quedaron. El plazo para vaciar la caserna venció el pasado miércoles por la noche, pero hasta este martes no se llevó a cabo el despliegue policial y judicial para llevarlo a cabo. Una vez todos fuera, una empresa tapiaron la entrada para evitar una reocupación.
Pensión y un piso de acogida en Terrassa
Fruto de este desalojo, desde el Ayuntamiento de Sabadell, se ha buscado un techo para aquellos que lo desearan. Ha sido así como, según fuentes municipales han indicado a la Agència Catalana de Notícies, dos familias con hijos menores de edad que vivían en la Caserna han sido trasladadas a una pensión de Terrassa. Por su condición de vulnerabilidad, ya se está trabajando «por una alternativa habitacional más permanente».
No son las únicas que han acabado en nuestra ciudad. Varios de los residentes, en función de su perfil y gracias a la intervención de entidades sociales, han podido ser realojados en un piso ubicado en Terrassa. En este sentido, el teniente de alcalde del área de Presidencia y Servicios a las Personas, Eloi Cortés, ha detallado que se está haciendo un trabajo de priorización, sobre todo con los perfiles más jóvenes, para ver de qué manera se pueden vincular a recursos ya existentes: «Hay servicios muy tensionados y una lista de espera grande, y no los podíamos hacer pasar por delante», ha destacado.
Desde el gobierno sabadellense afirman que continúan trabajando para buscar alternativas de apoyo, aunque muchos de ellos «no cumplen los criterios de vinculación o cumplimiento de los planes de trabajo». Algunos de estos residentes de la antigua caserna, según han denunciado colectivos de apoyo a los ocupantes, han acabado en el templete que hay frente al Hospital Parc Taulí, un espacio no resguardado del frío.

