La semana pasada, MónTerrassa informaba sobre la queja de un grupo musical, Banda Cromática, porque se les había denegado poder continuar impartiendo los talleres de guitarra en el Centro Cívico de Can Boada. “De forma inesperada, y entendemos que sin ningún motivo justificable o que se nos haya dado argumentación, el señor presidente de la Asociación de Vecinos de Can Boada Casc Antic nos ha prohibido el acceso a la sala donde hasta ahora estábamos realizando nuestra actividad”. El grupo, que ofrece desde hace tres años sus servicios de manera altruista a los vecinos del barrio que quieran aprender a tocar la guitarra, lamentaba que, de un día para otro, se habían encontrado «expulsados» de la sala donde impartían las clases. De hecho, afirman que todavía tienen allí material guardado y que no han podido entrar a buscarlo, ya que la sala permanece cerrada.
Ante la negativa de negociar una posible solución, los integrantes de la banda, todos ellos jubilados, decidieron recoger firmas para ejercer más presión y demostrar que cuentan con el apoyo del barrio. Lo han hecho esta semana, y en menos de 48 horas, han reunido más de una veintena de firmas. Este viernes, día 31 de octubre, tres de sus miembros han estado en la Oficina de Atención a la Ciudadanía, en la plaza Didó, para entregar el documento. De esta manera, esperan forzar al Ayuntamiento de Terrassa a darles una respuesta a su petición de que actúen como mediadores, ya que estamos hablando de un equipamiento municipal.
«Solo queremos que alguien con suficiente poder político o técnico actúe como juez y resuelva este conflicto. Que hable con todas las partes implicadas y decida lo que corresponda. Consideramos que hace falta una persona externa a la asociación de vecinos que dictamine si habernos dejado sin actividad es correcto o se nos debe volver a aceptar», han manifestado a MónTerrassa los afectados.
El gobierno afirma que ha ofrecido alternativas y que ya está mediando
Mientras esperan la respuesta, Banda Cromática no se ha quedado quieta y ha hablado con las otras dos asociaciones de vecinos que también hacen uso del Centro Cívico, la AV Can Boada del Pi y la AV Lluís Companys. Aunque la respuesta ha sido positiva y de comprensión, por ahora se encuentran en un callejón sin salida. Por eso reclaman la participación del Consistorio.
Este mismo viernes, en el Pleno municipal del Ayuntamiento de Terrassa, el concejal del PSC Javier García -como se había comprometido en una reunión previa con el grupo musical– ha preguntado al gobierno municipal qué piensa hacer sobre el conflicto en el CC Can Boada. La teniente de alcalde Patricia Reche ha sido la encargada de contestar, y ha dicho: «somos conscientes de que mientras hay esta poca entente entre las diversas entidades y actividades, hay una actividad que no se está realizando, pero nuestra voluntad es que esta actividad que consideramos pedagógica y rica culturalmente, se pueda llevar a cabo. En Can Boada hay tres entidades que hacen uso de las instalaciones, esta actividad estaba bajo el paraguas de una de ellas; las otras dos se han ofrecido a acogerla, pero bajo algunas condiciones que la banda tampoco ha considerado adecuadas. Hemos hablado con Equipamientos para ver qué solución definitiva habrá, y esta pasaría porque ellos se conformen como una entidad y como tal puedan pedir una sala como hace el resto. De momento, tampoco lo han considerado y continuamos haciendo esta mediación. Lo que no podemos hacer es obligar a ninguna asociación vecinal a aceptar una actividad con la que no están cómodos. Creemos que todo ha sido fruto de un malentendido y que lo podemos resolver lo antes posible».

