Carmen Roca Salvador, Cati Moreno Yera, Rosa María Fernández Sansa, Núria Martí Sató, Maria Gallardo Redondo y Asunción Hernández García. Estos son los nombres de las seis mujeres de Terrassa que fueron encarceladas en la prisión franquista de la Trinitat, que funcionó en la ciudad de Barcelona desde 1963 hasta 1983. Sus historias y las de cuarenta mujeres más han sido recogidas en el libro ‘Trinitat. La presó de dones ignorada’, obra de los historiadores César Lorenzo Rubio y Carlota Falgueras Marsal.
Este jueves, 30 de octubre, el Ateneu Candela de Terrassa acogió la presentación de este libro en Terrassa. El acto, organizado por el Casal de la Dona de Terrassa, contó con la presencia de las seis mujeres de Terrassa encarceladas y una de las autoras. El caso de Falgueras es especialmente significativo, ya que ella fue una de las cientos de mujeres que fueron encarceladas durante la época franquista en este centro penitenciario. Fue durante la manifestación del 1 de mayo de 1969 y estuvo en la Trinitat un mes y tres semanas. Años más tarde, ya jubilada, se dio cuenta de que esta prisión había sido olvidada por la sociedad y decidió solucionarlo. «No había nada escrito sobre la Trinitat y yo, en cambio, había estado en esa prisión. Y, como yo, muchas mujeres. Por tanto, pensé que no podía ser que quedara en el olvido», explicó la autora en declaraciones a MónTerrassa.

Carlota Falgueras también recuerda la «dureza» de todo el proceso de su detención y el «maltrato» dentro de la Trinitat, una experiencia que afirma que es compartida entre las mujeres que lo vivieron. «En el ámbito de la prisión, las mujeres fueron muy maltratadas. Y luego, otra cosa que también hay que destacar, es el miedo. El miedo que se pasaba allí dentro era terrible», relata la autora del libro. Asimismo, Falgueras también recalca que existía una gran diferencia entre las presas políticas y las presas comunes. «No se podían ni ver, no podían ni hablar. Era una separación muy clasista. Las presas comunes eran mucho más vulnerables», destaca.
El orgullo compartido de haber sido presas políticas
Durante la charla entre Carlota Falgueras y las mujeres de Terrassa encarceladas, todas las presentes dejaron muy claro que se sienten orgullosas de haber estado en la prisión de la Trinitat por sus ideas, un sentimiento que Falgueras asegura que es compartido entre todas las entrevistadas. «Todas nos sentimos orgullosas de haberlo hecho y, si fuera necesario, lo volveríamos a hacer. No nos arrepentimos. No hemos cambiado de vida a través de esa experiencia», reconoce.
En este sentido, Núria Martí Sató, una de las mujeres de Terrassa encarceladas, también se ha mostrado orgullosa de haber sido presa política. «No somos víctimas. Fuimos a la prisión, pero yo no me siento mucho, de víctima. Conseguimos que el miedo cambiara de bando y debemos conseguir que, actualmente, el miedo continúe cambiando de bando», ha recalcado ante los asistentes al acto.
