Sant Llorenç de Terrassa tendrá un barrendero que se dedicará, exclusivamente, a trabajar por las calles de este barrio. El anuncio lo ha hecho esta semana el alcalde Jordi Ballart en la reunión que ha tenido con representantes de la Asociación de Vecinos de Sant Llorenç.
El gobierno municipal apuesta, de esta manera, en «reforzar la limpieza» de la vía pública, en una zona donde se han detectado picos de incivismo y reiteradas quejas vecinales por la suciedad acumulada. Este nuevo barrendero complementará los servicios de barrido mixto que ya se realizan de manera periódica con barredora y operarios. Ballart ha explicado que esta acción ha sido «consensuada» con la AV Sant Llorenç, «y nos ayuda a seguir avanzando para mejorar el barrio desde la proximidad».
Lucha contra el incivismo y la inseguridad
La plataforma vecinal ha sido muy crítica desde hace meses con la situación de «abandono» que sufría el barrio, haciendo especial incidencia en los desechos que se acumulan en parques, plazas y calles, y con la aparición de pintadas en el mobiliario urbano y paredes. Las redes sociales de la entidad aprovechan para recoger todas las quejas y demandas para lograr un barrio más limpio y seguro, con peticiones de más mano dura contra los incívicos y de un refuerzo en la limpieza.
Las dos demandas han sido respondidas por parte del ejecutivo. Primero, el teniente de alcalde Xavier Cardona, anunció que se realizarían operativos más intensivos durante los meses de verano en plazas del barrio en las cuales se habían detectado comportamientos incívicos, ruidos y consumo y tenencia de alcohol y sustancias. Los dispositivos funcionaron como un método disuasorio pero también punitivo, con varios denunciados a lo largo de los tres meses de más calor.
Esta semana, ha sido el mismo alcalde quien ha querido dar «la buena noticia» a la AV Sant Llorenç con la incorporación de este trabajador extra solo para el barrio. La acción forma parte del Plan contra el incivismo iniciado por el Ayuntamiento, que como se dio a conocer hace pocos días, ha realizado ya más de 8.700 inspecciones y abierto más de mil expedientes sancionadores. Si bien, en Can Petit sí se sufren más vertidos ilegales de escombros y muebles, en Sant Llorenç, la entidad pone el foco en la dejadez o incivismo de grupos de personas que arman jaleo o consumen alcohol y lo dejan todo esparcido por allí.